Desaparecer en el tiempo (cuando todo está por suceder)

Escrito la tarde del día 5 de Enero de 2007:

Aquí me hallo, estudiando en la biblioteca, no hay más que mirar a los lados para ver el esfuerzo constante que nos envuelve cada día y lo difícil que es sacar algo adelante, lo que sea, por sencillo que parezca, no seré yo buen ejemplo de ello con lo que me está costando conseguir mis estudios, pero bien me sirve de reflejo para saber cuán complicadas son las cosas, y más lo que uno ansía, porque en ese mismo momento se suele poner aún más delicado y difícil, por eso pienso y me digo que no, que no voy a volver a esperar o ansiar algo, es más, dejaré una página en blanco tan grande que no conozca su anchura ni altura.

Dedicandome a ver, a contemplar el devenir de los acontecimientos, pienso pasar un buen tiempo en esta tregua para con mis ambiciones y deseos, si es que siguen existiendo, y dejando que el tiempo mezcle y la vida, la misma vida de siempre, tire los famosos dados que nunca alcanzaré a entender; más bien lejos de la desidia o el desencanto, aunque más cerca del azar, es la simple contemplación positiva, lo puedo llamar quizá un medio desaparecer, estar pero no verme, no pienso siquiera en involucrarme en nada ahora, ha llegado mi momento de reposo, de descanso, de paz conmigo mismo, es lo que hay, y no es hoy, está siendo ya, ahora mismo.

Y me dedicaré a entender si es verdad que todo se mueve por intereses, si hay algo cierto dentro de las mentiras, si las preguntas sin respuesta pueden morirse como nacieron, si la vida te lleva donde te mereces o puedes llevarte a la vida hacia otro lugar (cosa que no creo hoy, ahora).

Hasta luego, me quedo con otro nuevo amigo: el silencio.