Estaba en la mitad de la nada, en el cruce de caminos, en la sombra del árbol más imponente,
De repente una leve brisa que despertó en el una sensación que hace mucho no sentía, se levantó y volvió a andar, cegado por la luz, hacia ningún luga pero con la fe y esperanza que uno tiene cuando quiere hacer algo de verdad. Y fue rápido, sus pasos iban siendo ligeros, hasta que llegaron a ser zancadas de atleta, sabía que algo estaba alcanzando, que el destino prometido se acercaba a sus ojos.
No pasó mucho tiempo cuando todo empezó a tomar forma, a cojer color, podía ver a su alrededor mucha gente, que le animaba, le jaleaba, otros al contrario le intentaban hacer que parase, muchos de esos tenían grises colores y decidió continuar cada vez con más brío, cada vez con más ansia.
De vez en cuando paraba a reponerse, momento en que los seres de colores le abrigaban y alimentaban para que estuviera fuerte en su empeño, para que realizara su completara su verdadera pasión, el les llamó amigos y contó con ellos, intentaba ser cariñoso con ellos y les contaba cuanto iba viviendo en su eterna carrera.
Aún no ha llegado a la meta, sabe que existe, pero no cuán largo es el camino, algunos nuevos amigos le jalean y le hacen sentir más fuerte aún, otros no están ahora con el, pero sabe que desde la distancia aún confían en que llegue a ese lugar de donde parten todas las luces como él había contado tantas veces, sigue habiendo muchas figuras grises que no aportan nada más que desánimo, el sabe que es posible y que no necesita más que a su corazón y sus piernas para llegar.
Cualquier día nos contará qué hay allí, pero de momento le seguimos apoyando en todo, con toda la fuerza porque se lo merece...
1 comentario:
Precioso... es que me he quedado sin palabras, en fins...
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