No hay como empeñarse en algo para lograrlo,
Se echó la mano derecha al bolsillo y tocó algo, no sabía que tenía en su pantalón, pero estaba inquieto, decidió no sacarlo de ahí y continuar su marcha, mientras comenzó a pensar en ese objeto que de repente había aparecido, al principio no le dió demasiada importancia, pero conforme pasaba el tiempo su imaginación echó a volar cual niño pequeño... Esa pequeña sorpresa podría ser de alguien que quería hacerle un regalo pero no sabía cómo, o es un papel, un carta bien doblada para que él no pudiera sospechar, mil vueltas dió y se hizo tarde, decidió echarse mano al bolsillo y mirando al frente descubrió su pequeño tesoro, ya había sido feliz soñando quimeras y quizá ahora al descubrirlo se alegrase mucho más o no, pero eso ya era otro capítulo.
Tantas veces es el viaje lo verdaderamente interesante antes de llegar al destino.
Se nos echan encima días de frío, hay que pertrecharse bien, de la lluvia y la nieve nadie sabe nada, es un final de año extremadamente seco.
Gracias por leer, Gracias por escribir
1 comentario:
Cuanta razón tienes... a veces no disfrutamos el camino, solo pensamos en el objetivo y nos perdemos tantas y tantas cosas...
Me gusta leerte, me gusta escribirte, un beso desde un frío Madrid.
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