miércoles, enero 9

10 años sin "El último de la fila"

El día 13 es el aniversario de la separación del grupo musical español que más me ha impactado, El último de la Fila nos dijeron adiós ahora hace 10 años, no podría resumir con palabras las sensaciones que me provocan sus canciones, ni los paisajes a los que me llevan, ni el anhelo que me provocan, tampoco soy capaz de saber cuándo dejaré de sentir todo aquello cuando escucho con calma canciones suyas, pero sí que sé que me acompañan a lo largo de mi vida y que forman parte de mí.

He encontrado un vídeo hecho de imágenes mientras suena una canción suya, y os lo dejo para que lo escuchéis con todo placer:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada mañana, en la Tierra de los Cuentos, cuando el sol asoma por el Monte de las Águilas, se oye una canción de El Último de la Fila, cada día una distinta. No se sabe muy bien de dónde sale tan bello sonido, pero hay una leyenda que dice que el espíritu del loco de la calle vuela cada mañana entre los aviones plateados y canta estas canciones mientras el músico loco toca al son de los tambores.

Pero yo creo que, en realidad, el que canturrea es el Dios de la Lluvia. Yo le grito cada mañana: “canta por mi, no me acostumbro a estar sin ti”.

Malva dijo...

Princesa, estas sembrada ultimamente, precioso, gracias de nuevo por tus palabras.

¿Recuerdas ese primer concierto en el Hipodromo, en el año 1991? Gracias por estar ahi conmigo, como siempre, como ahora :*

Algane dijo...

Entras sin llamar;
no te esperaba y el azar
como una trampa te tendió
en mi camino.
Yo nada pedí
y presumia de vivir
en la contemplación,
en el deleite del placer,
en la ansiada calma.
Tú,
boca que es tenue luz,
túnel de amor,
lodo traidor
que me haces resbalar
entrelazado a ti,
no quieras más,
más no te puedo dar.
Pájaro espino, pájaro sol,
imploro tu favor, pido protección,
que su antojo lima mi débil voluntad.
Golpea en el yunque de mi obsesión,
golpea y golpea que forjarás
ese metal precioso que es la serenidad.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el brío de su amor.
Crece, florece, crecido estás. al brote de tus tallos reverdeceras,
árbol de laurel que el invierno adormeció.
Tú,
vana presencia.
rosa en el ojal,
artificial,
nunca marchites.
Soplo de ausencia muero por verte,
muero de amor.
Rasga la trama,
que el aire va
surcando la saeta que el blanco erró
y que surcan las esquirlas de mi pedregal.
Tira otra piedra, que has de ayudar,
piedra sobre piedra he de levantar
el dique que frene el brío de su amor.