Opciones pocas, le dejaban caminar hacia el oeste, pero la penalización era muy grande, la escalera estaba rota, y no había más que una cueva para esconderse del viento, decidió hacer lo que nadie había pensado...
Dando al botón escape se fugó de sus sueños extraños para comenzar una nueva aventura, en su salón nunca pude imaginar que fuese el dueño del universo, pocos datos para sacar conclusiones, menos amigos que los dedos de una mano, nadie quería saber nada, ahora pienso en un futuro sin manipular, aunque no sé si éste era el único, seguro que hay más.
Y como en cada tarde me dedico a ver el mundo pasar, subo por la escalera que siempre es de bajada para volver al primer peldaño y me pregunto qué he hecho mal si es que es posible saberlo, me guardo la duda para mañana que no saldrá el deslumbrante sol de hoy.
Mañana hará más frío, un frente polar acabará por barrernos y nos tirará junto a la Giralda sevillana, espero ver todos los copos de nieve posibles y juntarlos para hacerte una escultura distinta...
Y con estas me voy de tarde de viernes santo, que no es un viernes cualquiera, y sé que pronto te veré, aunque estoy con unos pelos...
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